viernes, 10 de agosto de 2018

La Rioja 10 de Agosto

Empezamos el día en Enciso, a donde nos dirigimos para ver las ignitas, o huellas de dinosaurios. Hay un yacimiento cerca del pueblo, en lo que llaman Virgen del Campo, a 400 metros, donde se aprecian con claridad las huellas de dinosaurio y hay reproducciones de dos dinosaurios.

























Supuestamente hay un museo paleontologico, pero éste se encuentra dentro del parque multiaventura  llamado El barranco Perdido. Puedes entrar al museo sólo, pero la entrada cuesta 6 euros, y la verdad, por ese precio, deja mucho que desear, Unos pocos restos originales, muchas huellas, (que ya las habíamos visto antes y gratis) y paneles por doquier (No soy de los que va a los museos a leer y mirar pantallas), En fin, una decepción y además caro.

Dimos un paseo por Enciso que tiene su encanto con sus calles en cuesta, y algunos restos de arquitectura tradicional. Una Iglesia que no se puede visitar y los restos de un castillo. Tampoco nada espectacular. Más interesante es la ermita que hay a la entrada, a la que le falta el crucero, aunque conserva la bóveda del mismo,  y aloja una columan con decoración.

De ahí a Arnedillo. Un pueblo pequeño, bien cuidado, en el que llama la atención su iglesia, pequeña, con una torre románica, aunque el resto de factura gótica. La iglesia parece un poco baja, pero es porque su suelo se ha elevado dos metros por encima por unas filtraciones. La iglesia, estaba abierta y la pudimos visitar. Además hay interruptores para poder iluminar diferentes zonas. 



El pueblo cuenta con una pequeño lavadero restaurado, una truja, que es un lugar donde se molía la aceituna para obtener el aceite y que se movía por acción del agua. Lo han restaurado, aunque no se pone en funcionamiento, pero te haces una idea.


El pueblo, es una zona de emergencia de aguas medicinales, a elevada temperatura. De hecho hay dos balnearios, pero junto al pueblo, y al lado del rio Cidacos, emergen esas aguas termales y desde tiempos inmemoriales existen unas pequeñas balsas junto al rio, donde acuden la gente del lugar y disfruta de las aguas. También hay una zona de barro, donde te pueden embadunar el cuerpo.

Por último hay una gran peña junto al pueblo que es una buitrera espectacular. Al menos vimos más de 30 ejemplares y distinguimos más de 10 nidos....  Una maravilla.

Por último a Arnedo. Primera decepción: el muso del calzado cerrado por reforma. Segunda decepción: todas las iglesias cerradas. Tercera decepción allí mismo preguntamos por unas cuevas que habíamos estado viendo al llegar y resulta que es algo típico de allí, unas cuevas excavadas en las rocas, rocas plegadas con capas de arcilla y piedra, excavándose en la arcilla y que se utilizaban de casa, pajar, palomar, ermita, bodega, etc.... y que existen unas recuperadas y habilitadas para verlas, pero que a la hora que llegamos, las seis de la tarde, ya estaban cerradas. Nos preguntamos como en la oficina de turismo de la Rioja, que les dijimos que íbamos a esa zona no nos dijeron nada...

Cuarta decepción, al darnos un mapa y hacer un recorrido por el casco histórico de la ciudad. Aparte de las tres iglesias cerradas y un par de casas blasonadas medio en ruinas, desfilamos por un barrio de calles estrechas, muy mal cuidadas, llenas de gatos, basuras, etc... Nos quedamos sin ganas de subir a ver las ruinas del castillo y no hicimos ni una foto....

La quinta decepción fue visitar la zona outlet del calzado, en el polígono industrial, donde hay más de 30 grandes superficies dedicadas a la venta del calzado, supuestamente a precios muy competitivos. Esto es de risa. Los precios son los mismos que en cualquier zapatería de Palencia, y luego hay rebajas, que son de la misma entidad que las de Palencia. En fin, que no pago 70 euros por unos zapatos en rebajas, cuando en Palencia los puedo comprar al mismo precio en rebajas. Si que es cierto que hay alguna oferta interesante, pero en zapatos de los que quedan ya algunos número sueltos, vamos como en cualquier zapatería. 






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