Luego nos hemos topado con una fachada que actualmente corresponde al Parlamento de la Rioja, aunque antiguamente fue un templo mercedario, y en el siglo XIX fue utilizado como almacen por la fábrica tabacalera que había en la ciudad (que ya no existe). La fachada ha tenido que ser restaurada, pues tenía varias ventanas abiertas por la tabacalera para ventilar.
La siguiente parada ha sido la Iglesia de Santiago el Real en la que destaca su retablo mayor dedicado a Santiago y una virgen gótica, del siglo XIV, en un lateral.
Luego visitamos la Iglesia de Santa María de Palacio, que tiene el título de imperial, pero que por dentro no tiene obras destacables. Es más significativa su arquitectura que, al igual que en la anterior iglesia se caracteriza por puertas de acceso enmarcadas en grandes arcos, como si de arcos de triunfo se tratasen, y luego disponer de unas bóvedas con poca curvatura, muy planas para lo que es habitual en otros sitios.
La siguiente parada es la Iglesia de San Bartolomé. Muy recomendable, ya que es una iglesia románica, con una portada magnífica, aunque deteriorada, donde se descubren varios pasajes de la Biblia entre sus esculturas. No se reconocen muchas por su deterioro, pero al menos reconocimos la expulsión de Adán y Eva del Paraiso y el descendimiento. La puerta se corona con las figuras de los doce apóstoles. El interior es coqueto, cubierto con bóvedas de medio cañón, y con capiteles con decoración vegetal. En el ábside hay una línea de taqueado jaqués que articula el muro, rompiendo su uniformidad. La iglesia cuenta con una torre con base de piedra y últimos pisos de ladrillo, estilo mudéjar.
De ahí a la concatedral de Santa María la Redonda, que destaca por su arquitectura externa, con dos torres en su cabecera de gran tamaño y ligereza. Además su fachada principal está, como otras iglesias, diseñada con un gran arco, a modo de triunfo que enmarca la portada,
En el interior destacan unas tablas flamencas y el coro.
La Concatedral se encuentra ubicada en la Plaza del Mercado.
Y para terminar la mañana nos fuimos al Mercado de Abastos, un edificio de 1929, en piedra y ladrillo, que ha sido restaurado, pero manteniendo su estructura externa e interna.
Por la tarde hemos estado por dos pueblos de la rioja alavesa, muy cerquita de Logroño, a menos de 20 kilómetros. El primero ha sido Laguardia, un pueblo que conserva gran parte de sus murallas y sus impresionantes puertas de acceso. La arquitectura tradicional es magnífica, con grandes casas de piedras, grandes aleros de madera, y calles estrechas donde la luz del sol no llega casi a tocar el suelo nunca.
Tiene dos iglesias en su interior. Una de ellas, la de Santa María de los Reyes. conserva una portada gótico en perfecto estado, con pintura, ya que en el siglo XVI el pórtico quedó encerrado por una ampliación renacentista y quedó así protegido de la intemperie. Del interior de este templo destaca su bóveda central, que es trapezoidal y que tiene piedras con relieves tallados. Esta iglesia guarda una parte renacentista y otra gótica. La presentación del pórtico es muy interesante ya que es una narración grabada y se van iluminando las partes del retablo a medida que avanza la explicación.
Tiene un belén de más de 60 piezas, que en navidad se monta y las figuras se van cambiando en función del día y se mueven por debajo por unas personas...
Se conserva también un torreón de una de las murallas, al que se puede subir y se ve todo el entorno, llegando a divisarse Logroño y las lagunas que hay alrededor de este pueblo, que tiene también restos de algunos castros celtas, que no llegamos a visitar.
El otro pueblo es Elciego, con un arquitectura tradicional también muy interesante de grandes casas de piedra, y aleros con canes de madera de gran tamaño, muchos tallados...
En algunas casas hay una especie de cardo con forma de girasol seco, que se pone encima de las puertas. Es una tradición reciente, importada de otros lugares de España, y que simboliza la protección del hogar,
En este pueblo, lleno de bodegas, está la de Marques de Riscal, con un edificio diseñado por Frank Ghery, que es una maravilla, jugando con los colores de las uvas, y las formas curvas, que contrasta con el pueblo...
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