lunes, 6 de agosto de 2018

La Rioja 6 de agosto

El 6 de agosto aterrizamos en la Rioja. No conocíamos nada de esta tierra, más que la fama que tiene por el vino, que por cierto, no es un producto que nos atraiga.

El primer lugar que visitamos fue Sajazarra, entrando a la Rioja desde Burgos, casi a la altura de Pancorbo. Habíamos leido una recomendación en un blog y nos decidimos a parar. Todo un acierto. El coche hay que dejarlo a la entrada del pueblo, pues sólo se permite el acceso a los residentes, ya que todo él es un conjunto momumental. El pueblo merece la pena, todas la calles empedradas, magníficas casas de piedra, perfectamente cuidadas. Todo el pueblo está muy cuidado y todas las calles causan una gran expectación. Hay un castillo, pero es privado, y no se puede visitar, y la iglesia la enseña una señora llamada Rosa, pero hay que avisarla con antelación, lo que no fue nuestro caso. 

El ayuntamiento tiene un dragón en su interior, del que asoma la cabeza por un lado y la cola por otro. Puertas de madera en todas las casas, imponentes fachadas, aldabas preciosas. Y un bar en la plaza con unos pinchos enormes, sabrosísimos y muy económicos.



















Después paramos en Casa de la Reina. Una pequeña decepción. La localidad tiene un cierto encanto en algunos edificios, pero son pocos y escasos y algunos, como un antiguo palacio, está derrumbándose. Visitamos el monasterio de la Santa María de la Piedad. La guía le puso mucho pasión, pero el monasterio no da para mucho, salvo la peculiaridad de sus bóvedas, y el coro bajo para las legas, que es una pena que no se ilumine para ver las columnas que tiene. Merece la pena también la fachada retablo enmarcada en un arco de triunfo de entrada de la Iglesia. 




La siguiente parada fue Haro. Primera decepción, que la oficina de información no abre los lunes. Segunda que el museo enológico ya no abre, está cerrada, y tercera, que para visitar las bodegas hay que concertar visita, además de que no son visitas baratas y si tienes que conducir no puedes degustar la catas. El casco antiguo de Haro es interesante. Visitamos la iglesia de los agustinos, la basílica de Nuestra Señora de la Vega, , donde agradecimos el fresquito, y pudimos ver su rompimiento de gloria en la cúpula del crucero. La iglesia por dentro es majestuosa. 









El resto paseando por las calles, viendo las impresionantes fachadas de algunos edificios, y algunas construcciones singulares. Por último su iglesia, con una fachada retablo inserta en un arco, con escenas de la pasión, que, por cierto, tampoco abre los lunes.







Siguiente punto fue Briones. Un pueblo también maravilloso, con unas calles muy cuidadas, empedradas y magnificas casas de piedra, con unos zaguanes que en algunos casos se pueden ver, ya que están abiertas las puertas, descubriendo unos empedrados maravillosos. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción está abierta y se puede visitar y merece la pena. Quedan restos de las murallas y puertas de la ciudad, y su arquitectura es impresionante. Además al estar en un alto se ven una maravillosas vistas de los pueblos de alrededor.



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